viernes, 30 de octubre de 2009

Codificar / decodificar

El investigador Stuart Hall, integrante de la Escuela de Birmingham, publicó en 1973 un trabajo de gran importancia para el análisis de la comunicación. Hall combinó los aportes de la Semiótica y la teoría marxista para entender estos fenómenos. El autor afirma que en la producción de la significación de un mensaje y, por lo tanto de cualquier producto mediático, intervienen activamente dos procesos, el de la emisión y el de la recepción, que son diferentes.
Según Hall, el emisor realiza una operación de codificación para transmitir una idea. Así, un mensaje está formado por una serie de distintos tipos de signos organizados a través de esa operación de codificación. Este mensaje es decodificado por el receptor según sus propias circunstancias. En los procesos de codificación y decodificación interviene una combinación de códigos que varía de acuerdo con las circunstancias en las que tienen lugar los procesos de emisión y de recepción. Entre estas dos instancias existe, entonces, una asimetría: las condiciones de la emisión de un mensaje nunca son las mismas que las de su recepción. Por lo tanto, la comunicación no es nunca un proceso lineal de transmisión de información.
Cada vez que vemos un programa de televisión, que leemos algún articulo en la prensa o que escuchamos una canción en la radio, otorgamos a estos distintos mensajes un sentido que va a ser diferente del que le otorgan otras personas o del que pensó el mismo emisor.
Sin embargo, emisor y receptor deben compartir por lo menos algunos códigos para que se produzca la comunicación. Por ejemplo, cuanto una persona nos habla en un idioma que no conocemos y que no se parece al nuestro, no existe la posibilidad de que sus palabras nos produzcan sentido.
De todas maneras, en general, las situaciones en las que el malentendido es total no son comunes. Compartimos con las demás miembros de nuestra comunidad un conjunto de códigos (idioma, historia, costumbres, gestualidad) que hace posible la comunicación.
Según Hall, los códigos que intervienen en la recepción están relacionados con el lugar que cada persona ocupa en la sociedad y con la situación concreta en la que se lleva a cabo la recepción.
La visión de la sociedad que tiene Hall está basada en la concepción marxista de una sociedad organizada en clases, en la que el poder está distribuido en forma desigual. Según Hall, las diferencias en la recepción no dependen de la libertad individual o del gusto sino que son el resultado de la posición que ocupamos en la sociedad. Si bien muchos códigos son compartidos por todos los miembros de una comunidad, los distintos grupos ponen en juego códigos específicos. Un obrero no maneja exactamente los mismos códigos que el gerente de una empresa ni que un ama de casa, un estudiante o un empleado administrativo.

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