viernes, 27 de marzo de 2009

Segunda Clase

La Imprenta y la Modernidad

La creación de la imprenta puede ser ubicada en el siglo XV entre 1445 y 1470, aunque normalmente hacemos referencia al 1500 aproximadamente. A partir de este invento es que se comienza a hablar de los medios de comunicación porque esta tecnología permitió la aparición de los periódicos.
Los diarios comienzan a tener una fuerte existencia en el siglo XVIII (entre los años 1700 y 1800) en las grandes ciudades de Europa. Por aquellos años comienza a haber un gran número real de personas que saben leer y escribir.
En 1800 surgen las primeras ciudades importantes y los campesinos empiezan a emigrar a las urbes. Así comienza a gestarse el modelo capitalista y a formarse la burguesía.
Con la imprenta entra en crisis el sistema feudal o, como algunos autores lo denominan, crisis de la cristiandad. Y así comienzan a aparecer las revoluciones burguesas por las que la burguesía toma el poder del Estado y aparece como clase dominante.
El sistema capitalista empieza a dar sus primeros pasos con el desarrollo de las burguesías comerciales en Europa, Italia, Francia e Inglaterra por el 1500, aunque va haciéndolo solamente en el plano económico y social. En lo político, sólo se produce cuando la burguesía accede al poder.
Hasta el 1900 los diarios fueron ideológicos (presentaba ideas, opiniones, puntos de vista y no eran informativos como los conocemos hoy). La prensa amarrilla surge en el siglo XX y es la que le va a dar a los periódicos esta nueva orientación.

Desde el punto de vista histórico, la modernidad es aquella etapa de la historia “universal” europea que va desde el 1500 hasta 1950 y que connota el valor de espíritu de una época: ser moderno es contrario a ser conservador. Los valores que se construyeron en la Edad Moderna fueron divulgados por la imprenta. Entre ellos cabe destacar:
· Nuevo concepto de naturaleza: la visión de la naturaleza estaba influenciada en principio por el pensamiento cristiano de la creación; es decir, la naturaleza estaba regida por el orden divino. Con la modernidad, la naturaleza empieza a ser observada científicamente: se necesita conocerla para dominarla. Se desarrollan las ciencias físico-matemáticas.
· Nuevo concepto del hombre: el hombre deja de ser un ser desagradable que espera la entrada al cielo. El tema del castigo comienza a ser reemplazado por el concepto de que el hombre puede (tiene la capacidad) de cambiar al mundo. Esto es acompañado por la teoría evolutiva de Darwin. El hombre moderno es conquistador, soberano y racional.
· Nuevo concepto de la sociedad: aparece la justificación de una organización política con la idea del “contrato social” o pacto.
· Nuevo concepto de divinidad: la idea de Dios no desaparece en la modernidad. El hombre y el mundo han sido creados por una fuerza exterior, la cual no es la causante de los procesos posteriores.
· Nuevo concepto del tiempo: antes las fiestas eran las que renovaban el sentido de la vida cotidiana y proporcionaban tiempos para descargar tensiones. Con la modernidad, la fiesta se transforma en algo que ya no es para ser vivido sino mirado. La producción, junto al reloj, es lo que va a determinar el tiempo. El tiempo de la producción desvaloriza socialmente al tiempo de los sujetos e instituye un tiempo único y homogéneo.
· Nuevo concepto de conocimiento: se descarta la fe como fuente de conocimiento y se utiliza la razón práctica. El hombre moderno es un ser crítico.
· Transformación de los modelos de saber: la bruja y los religiosos (fuentes de saber de la Edad Media) entran en conflicto con la nueva imagen del mundo que diseña la razón. Las mujeres eran las encargadas de transmitir el saber a las nuevas generaciones, pero con la modernidad surge la escuela para poder introducir a los “pequeños ciudadanos” al sistema productivo. La quema de las brujas fue la forma simbólica y real en la que se trató de destruir los antiguos modelos de saber. Así es que el aprendizaje empieza con la sustitución de la influencia de los padres en la transmisión de supersticiones. Antes, se aprendía por imitación e iniciaciones rituales, la pedagogía moderna neutralizará ese tipo de aprendizaje al intelectualizarlo.


La Modernidad en América Latina

Mientras Europa accedió a la modernidad con la palabra escrita y su correlato con la educación universal y obligatoria, América latina comenzó a incorporarse a ella conjugando imágenes electrónicas con analfabetismo. La Modernidad europea nació de la crítica a la religión, al poder absoluto y a la cultura. La tecnología de la escritura rompió el círculo de transición oral y dio lugar al argumento escrito, el cálculo y la crítica al sermón. La escritura como medio de comunicación creó una forma específica de modernidad a la que pertenecen la crítica, la racionalización, las ideologías y la educación escolarizada.
En América Latina, la escritura no fue vehículo de la crítica sino de la razón del Estado, y se materializó en leyes, decretos y reglamentos. No hubo ni Ilustración, ni reforma religiosa, ni revolución industrial. La educación no llegó a ser, hasta mediados del siglo XX, la base de las culturas nacionales. Para 1950, la Modernidad se presenta en América Latina como un fenómeno tardío que combina:
· Escolarización básica extendida, pero de pobre calidad.
· Escolarización media extendida, pero en la clase media principalmente.
· Masificación abrupta de la enseñanza terciaria en función de la distribución de certificados educativos.
· Acceso masivo a la televisión, especialmente después de 1970.

La Modernidad latinoamericana fue propulsada, en parte, por la expansión del mercado internacional. Somos receptores de la Modernidad, no “hacedores”. Llega a la masa a través de la televisión y, en vez de fundar un espacio público de ciudadanos –como lo hizo la escritura en Europa-, organiza un espacio privado de los consumidores televidentes y establece una preferencia de cultura audiovisual. No da lugar a la crítica sino a la identificación.

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