jueves, 2 de abril de 2009

Guía Clase 4

1. Analicen la comunicación que se realiza dentro de la escuela como comunicación institucional.
2. Elijan una situación dentro del ámbito escolar (clase, charla en el recreo, acto escolar, etc.):
· Describan brevemente la situación: den cuenta de los personajes que forman parte de ella y los roles que ocupan.
· ¿Qué elementos de comunicación no verbal pueden identificar?
· Según lo estudiado hasta ahora, ¿se trata de una situación de comunicación interpersonal o institucional? ¿Por qué?
Para el hogar (única fecha de entrega el viernes 17 de abril)
3. Busquen un programa informativo en la radio y otro en la televisión. Indiquen de qué programa se trata en cada caso y descríbanlos. Analicen qué elementos verbales les llamaron la atención en cada uno de ellos. ¿Cuáles son comunes y cuáles son distintos?

Clase 4

Distintas formas de comunicación

En la vida social podemos encontrar formas de comunicación muy variadas. Existen, asimismo, distintas clasificaciones que dan cuenta de las mismas. Una de ellas es la que distingue entre la comunicación directa (que incluye la conversación interpersonal y la institucional) y la comunicación mediada o mediática.
La comunicación interpersonal
Una conversación entre compañeros de curso durante el recreo, una reunión familiar, un encuentro en un bar con amigos son situaciones de comunicación interpersonal. Este tipo de conversación tiene lugar en forma directa entre dos o más personas que se hallan físicamente próximas. Esto posibilita que puedan participar los cinco sentidos y, por esta razón, se denomina participación perceptual: mientras hablo con la otra persona, escucho sus palabras, observo su rostro, huelo su perfume, percibo la fuerza con que da la mano, etcétera.
Otra característica importante de la comunicación interpersonal es lo que algunos autores denominan la interdependencia comunicativa: cada uno de los participantes produce mensajes que son una respuesta directa a los mensajes elaborados por el otro o los otros participantes.
La importancia de lo no verbal en la comunicación interpersonal
El estudio de la comunicación no verbal ofrece la posibilidad de conocer desde las características personales hasta las pautas culturales de los que participan en una comunicación cara a cara. Los signos no verbales varían considerablemente en las distintas culturas. En el marco de una comunidad, las formas de comunicación no verbal están insertas en códigos, no escritos pero muchas veces con fuerza suficiente como para regular la manera de comportarnos en las más distintas situaciones. Así, por ejemplo, los saludos varían según la cultura y la situación.
Además, los signos no verbales ofrecen elementos acerca de la relación que existe entre los interlocutores (amistad, competencia, aversión, etc.), sobre la situación comunicativa (grado de formalidad o intimidad) o sobre el mensaje (subrayado, completando, contradiciendo, etc., el sentido de los signos verbales).

Cuando el cuerpo “habla”
La comunicación verbal no es suficiente para entender la mayor parte de los fenómenos comunicacionales. En el contexto interpersonal, es necesario tener en cuenta las características de la comunicación no verbal. Entre ellas, podemos identificar los siguientes tipos de signos no verbales:
El espacio
El contacto físico, las distancias a las que se sitúan los participantes de la interacción, la orientación y la postura tienen un significado. Entre los integrantes de una pareja de novios, por ejemplo, la distancia será menor y el contacto físico mayor que entre dos “viejos amigos”. El estudio de cómo el manejo del espacio se torna significativo en la comunicación interpersonal se llama proxémica.
Gestos y expresiones
Por otro lado, los movimientos del cuerpo constituyen una parte importante de lo que una persona está comunicando. Estos gestos funcionan como un conjunto y acompañan y completan el sentido de la interlocución verbal.
Los movimientos más significativos son los gestos que realizamos con las manos y con la cabeza. Muchos gestos son emblemáticos, es decir que tienen un significado determinado que podemos traducir con palabras, por ejemplo, mover lateralmente el dedo índice para decir que no. La expresión de la cara comunica, especialmente, emociones o actitudes. Las distintas posiciones de los ojos, la boca, las cejas o los músculos faciales pueden expresar sorpresa, indiferencia, alegría, enojo, etcétera. El estudio de todos los elementos que hacen que el cuerpo comunique se denomina kinésica.
La mirada
La mirada cumple funciones importantes en la interacción visual: observar las reacciones de los interlocutores mientras se está hablando, indicar que se ha captado una idea expresada por el otro, mostrar a quién se está dirigiendo.
El aspecto exterior
El aspecto exterior incluye un grupo de signos no verbales que no cambian durante la interacción: los rasgos de la cara, la configuración física, la vestimenta, el maquillaje, el peinado, etc. Estas señales sirven para transmitir diferentes significados como la edad, el género, los gestos, etcétera. La vestimenta es uno de los elementos más significativos ya que se encuentra, hasta cierto punto, bajo el control voluntario de la persona. Según como esté vestida una persona podemos inferir, por ejemplo, su pertenencia a un movimiento social determinado (hippie, rastafari, punk, blogger, etc.) o el tipo de situación en la que se encuentra (fiesta, partido de fútbol, colegio, etc.)
Tonos, ritmos y acentos
Finalmente, los aspectos no verbales incluyen las diversas formas de pronunciación, el tipo de voz, el ritmo y los sonidos no lingüísticos. Estos elementos dan cuenta, entre otras cosas, de la personalidad y el estado de ánimo de los interlocutores. Una personalidad con ansiedad, por ejemplo, tiende a hablar más rápido y con tono más alto, mientras que una persona triste suele hacerlo lentamente y con un tono más bajo.

La comunicación institucional
Una institución desarrolla básicamente dos tipos de comunicación. Por un lado, la comunicación interna entre las personas que pertenecen a ella y que cumplen distintos roles. Por otro lado, la institución se comunica con la sociedad de la que forma parte. Para ello, es frecuente que se utilicen mecanismos propios de la comunicación mediática.
Dentro de una institución, la comunicación puede abarcar una gama relativamente amplia de modalidades: la comunicación directa, que tiene lugar en las reuniones de trabajo y en los espacios compartidos, la de los circuitos que siguen los documentos que pasan por diferentes oficinas (por ejemplo, los expedientes en los juzgados), las comunicaciones escritas directas –a veces llamadas “memoranda”-, los intercambios de mensaje por correo electrónico interno, etcétera.
También, en algunos organismos de gobierno o grandes empresas es posible advertir pequeños sistemas de señalización, sobre todo en áreas abiertas al público. Algunas instituciones, además, editan boletines o publicaciones periódicas para empleados.
En las instituciones, las normas que organizan la comunicación están claramente reguladas, y muchas de ellas escritas, y sus miembros tienen la obligación de comunicarse mediante formas establecidas.
Estas normas varían de acuerdo con los roles que las personas desarrollan en estas instituciones. Todas las personas que interactúan en una institución desempeñan roles diferentes y de acuerdo con ellos tienen derechos, obligaciones y prohibiciones. Estos roles son muy importantes para organizar las formas en que circula la información. Los pedidos de compras, por ejemplo, tienen que comunicarse por escrito según un patrón determinado y, luego de ser firmados por el responsable del área que realiza cada pedido, se centralizan en una oficina encargada de efectuar las compras.
La comunicación no verbal es importante en el contexto institucional, aunque allí se encuentra más regulada que en los contactos interpersonales. La manera de vestirse, el manejo del espacio o la utilización de distintos tonos de voz van a estar en relación con la posición que ocupan los distintos interlocutores en la institución. Por otra parte, una gran cantidad de gestos o expresiones pueden estar directamente prohibidos en este contexto.
La comunicación mediada
Cuando definimos una comunicación como mediada estamos poniendo en relieve el papel mediador que tiene la tecnología en la comunicación. En realidad, esto puede ser discutido si pensamos que en todo acto comunicativo hay algún tipo de mediación, por ejemplo, el aparato fonador (los órganos que nos permiten hablar) en el mensaje hablado, el papel y el lápiz en el escrito. Sin embargo, estas mediaciones no son del nivel de complejidad del dispositivo tecnológico de los medios masivos.
Desde la invención de la imprenta en el siglo XV hasta el desarrollo de nuevas tecnologías como las redes informáticas, la comunicación mediática ha experimentado un crecimiento ininterrumpido.
Los medios masivos de comunicación
Cuando hablamos de medios de comunicación, estamos habituados a pensar inmediatamente en la radio y la televisión. Sin embargo, se pueden tener en cuenta otras posibilidades como el teléfono, los libros y las revistas, las propaladoras (vehículos con autoparlantes que circulan en los barrios), las cuales son formas de comunicación técnicamente mediadas.
Si ampliamos el concepto de medio masivo de comunicación se podría pensar que un concierto de rock constituye un recurso de comunicación masiva técnicamente mediada. El semiólogo Umberto Eco sostiene que las catedrales eran los medios masivos de la Edad Media: comunicaban a los fieles la palabra de Dios y transmitían una poderosa idea de la Tierra y del cielo desde su propio diseño arquitectónico y su decoración.
Los medios masivos de comunicación tienen algunas características comunes: por un lado, todos requieren de la intervención de un dispositivo tecnológico e instalan una relación impersonal entre emisor y receptor. Por otro lado, estos medios se denominan “masivos” porque permiten emitir mensajes que llegan simultáneamente a gran cantidad de receptores que no se conocen entre sí y que, tal vez, viven en lugares muy distantes unos de otros. Muchísimas personas de distintas edades, condiciones socioeconómicas y preocupaciones diversas leen cada día la misma edición del diario o acceden a la misma canción de moda a través de la misma radioemisora, sin necesidad de entablar ningún tipo de relación con otras personas.
La unidireccionalidad de los mensajes entre un emisor fuerte y muchos receptores anónimos y asilados deja de lado la posibilidad de respuesta. Por lo tanto, desde esta perspectiva, algunos pensadores reconocen que los medios masivos serían instrumentos de difusión más que de comunicación. Sin embargo, está discusión no está saldada y el desarrollo de las nuevas tecnologías ha dificultado sus términos. El uso de tecnologías como Internet permite que cualquiera pueda poner en circulación determinada información y utilizar la disponible de manera selectiva. Esto pone en cuestión el carácter principalmente difusor de los medios y la imposibilidad de los receptores de dar respuestas.
Los lenguajes de la comunicación mediada
Los productos de la comunicación mediática son variados y diversos. En primera instancia podemos advertir que están hechos sobre distintos materiales, que se denomina soportes: algunos mensajes son visuales, otros gráficos, otros sonoros. Desde otro punto de vista, difieren en sus temas, en sus destinatarios o en las estructuras de sus discursos, diferencias que nos permiten hablar de distintos géneros: son evidentes las diferencias entre un programa para chicos y un noticiero.
Lo verbal y lo no verbal en los medios
La palabra hablada o escrita es, como en la comunicación directa, un elemento esencial en los lenguajes mediáticos. Pero, como sucede en las otras formas de comunicación, no constituye el único elemento. En los diferentes medios masivos identificamos distintos tipos de signos no verbales. En el caso de los medios gráficos, como diarios y revistas, la organización de la página o del medio en su totalidad es uno de los aspectos a tener en cuenta. La distribución de las noticias, el espacio asignado a cada una, el tamaño de los títulos, la presencia o ausencia de fotografías son algunos de los elementos no verbales significativos.
La variación de estas características está relacionada con los distintos tipos de medios gráficos. Por ejemplo, los diarios tienen, generalmente, menos fotos que las revistas y los semanarios. En la radio, el tono, el timbre y el ritmo de la voz, los silencios y los sonidos no lingüísticos adquieren una importancia significativa.
En los medios cuyo soporte es la imagen, se utilizan frecuentemente aquellas señales no verbales que habíamos mencionado como propias de la comunicación directa; por ejemplo, la mirada de los conductores de televisión, los gestos de los actores de una serie o de una película tienen un significado, etcétera.
Las características de los distintos géneros van a determinar la combinación de los elementos significantes en cada medio. En los programas informativos, por ejemplo, el manejo de la cámara es distinto según la noticia se desarrolle como un relato dentro del estudio o muestre la nota realizada en el lugar de los hechos. También en estos casos es significativa la producción de la imagen: la cámara no se limita a mostrar una situación; por el contrario, una imagen es un recorte de la realidad que, como tal, selecciona algunos elementos y deja afuera otros. Este recorte constituye, entonces, una de las diversas dimensiones significativas del lenguaje audiovisual.