viernes, 27 de marzo de 2009

Tercera Clase

Vivir, una cuestión de comunicación

En nuestra vida cotidiana la comunicación ocupa un lugar muy importante. Diariamente realizamos actos la que involucran, en mayor o menor medida: leer el diario, escuchar la explicación de un profesor, asistir a una fiesta o tocar un instrumento en una banda. Podemos decir que vivir es, en gran medida, una cuestión de comunicación. Pero, ¿qué quiere decir ésta palabra?
El concepto de comunicación es muy complejo, no se puede definir con una frase, ni alcanza con el significado que indica el diccionario. Una primera manera de abordar este tema es pensar en el acto comunicativo como un circuito básico, en el que un emisor transmite un mensaje a un receptor. Por ejemplo, un profesor realiza una exposición sobre los primeros pobladores de lo que hoy es el territorio argentino a un grupo de alumnos. En esta cuestión, el profesor es el emisor, los alumnos son los receptores y la exposición es el mensaje.
Desde esta perspectiva, podríamos considerar actos de comunicación algunos fenómenos del reino animal. Por ejemplo, el león ruge cuando busca alimentos o ciertos animales dejan huellas para delimitar su territorio con el fin de que otros animales no entren.
Un buen ejemplo para analizar es el de las abejas. La forma en que las abejas organizan sus colonias llevó a muchos investigadores a pensar que éstas podían transmitir verdaderos mensajes. El fenómeno que más llamó la atención es la manera en que la abeja que descubre el alimento informa a las demás el lugar donde éste se encuentra, sin guiarlas hasta allí físicamente y sin contacto visual. Cuando la abeja vuelve a la colmena después de descubrir el botín, la rodean sus compañeras que reciben, según los casos, el polen o el néctar que ésta trae. A continuación, la abeja inicia una danza para transmitir a las otras dos “datos”: la distancia y la dirección a las que se encuentra el alimento. Después de la danza, una o varias abejas abandonan la colmena en línea recta hacia el lugar que la primera visitó.
En este caso, la abeja que vuelve a la colmena es el emisor; su danza, el mensaje; y las otras abejas, los receptores.

La comunicación humana
Si comparamos la comunicación de las abejas y la comunicación humana podríamos continuar ampliando el concepto de comunicación.

¿En qué se parecen los seres humanos a las abejas?
Un lingüista francés, Emile Benveniste, utilizó este fenómeno de “comunicación animal” para plantear las semejanzas y las diferencias con la comunicación humana y distinguir las características específicas de ésta última. Lo primero que destaca Benveniste es que, en ambos casos, el mensaje es un conjunto de signos que se refiere a determinados objetos. Los signos no tienen una relación necesaria con aquello que representan, no hay una continuidad entre el objeto y el signo, sino que los signos son entidades diferentes creadas para la comunicación. Esto quiere decir que son muy distintos entre sí el giro de la danza de las abejas (el mensaje) del lugar donde se encuentra el alimento (lo que se comunica). Esto también puede aplicarse a la comunicación humana: la palabra “casa” no tiene nada que ver con el objeto casa; podría haberse usado otro signo y, de hecho, en diferentes idiomas el mismo objeto se nombra con palabras distintas.
La segunda semejanza es que estos signos sólo pueden ser comprendidos porque pertenecen a un código. ¿Cómo sabemos que la palabra “casa” se refiere a ese objeto?, ¿cómo se dan cuenta las abejas que un giro de la danza significa que el polen está a determinada distancia? Esto es así, porque tanto los hablantes de una lengua como estos insectos usan un código, es decir un sistema de conversaciones mediante el cual los miembros de una comunidad pueden entenderse.
Cuando aprendemos a hablar y a comunicarnos, lo que aprendemos es el código de nuestra lengua, que utilizamos en la vida cotidiana junto con otros códigos, como las señales de tránsito o los gestos.

¿En qué no se parecen los seres humanos a las abejas?
Una diferencia importante es que las abejas envían mensajes pero no dialogan. Sus mensajes generan conductas (las otras abejas van hacia el lugar indicado), pero no otros mensajes como respuesta. En cambio, los humanos hablamos a otros que hablan.
Otro contraste es que sólo el lenguaje que usan los humanos para comunicarse puede funcionar como metalenguaje. ¿Qué significa esto? El metalenguaje es un lenguaje que se habla, no acerca de las cosas, sino sobre otro lenguaje. El lenguaje verbal humano puede ser metalenguaje de sí mismo. Con las palabras podemos decir, por ejemplo: “Esta palabra es un sustantivo”, “Juan gritó: ahí viene”, “María habló con tristeza”, “Lo que dijiste no me gustó”. Las abejas no pueden comunicar a otras abejas lo que otra abeja comunicó. Esta posibilidad de hablar acerca de los mensajes es condición de la comunicación humana. Esto es importante porque permite transmitir, estudiar, discutir y cuestionar los mensajes de otros.
Finalmente, una distinción importante es que el código de la comunicación humana es mucho más complejo, y por esta razón, les permite a las personas crear a partir de él (un código finito) infinitos mensajes y decir cosas que hasta el momento no habían sido dichas. Mientras tanto, entre las abejas siempre se transmitirá el mismo mensaje con la misma significación: determinada vuelta de su danza significará siempre determinada distancia.
En resumen, en la comunicación humana los mensajes son conjuntos de signos que representan cosas o ideas y que se construyen sobre un código, a partir del cual se pueden crear infinitos mensajes. Asimismo, el lenguaje humano permite hablar acerca de los mensajes y, por lo tanto, dialogar, discutir y transmitir lo que otros dijeron.

Dos maneras de pensar la comunicación
La idea de comunicación es muy compleja; hay incluso varias formas de definirla y de dar cuenta de los fenómenos comunicativos. Entre las varias concepciones has dos contrastes: aquella que considera la comunicación como transmisión de información y otra que la define como producción de significación.
Concebir la comunicación como transmisión de información implica pensar que ésta se produce de la siguiente manera: un emisor codifica un mensaje, es decir, pone sus ideas en un código, y otro lo decodifica. Para que la comunicación sea exitosa el código debe ser claro, preciso y sumamente estable. Cuando el código no cumple estas condiciones, la transmisión se entorpece.
Esta manera de pensar la comunicación es útil para dar cuenta principalmente de algunos tipos de mensajes, por ejemplo, los del semáforo o los de las señas de truco. Estos mensajes utilizan códigos sencillos, que no varían con el tiempo y que transmiten mensajes inequívocos. En el primer caso, cada luz nos informa: pase, espere o deténgase; en el segundo caso, por ejemplo, el guiño quiere defuir que tengo el as de bastos.
Sin embargo, en la vida social este tipo de transmisiones de información son sólo una parte limitada de los fenómenos de comunicación. Conviene introducir una segunda manera de concebir la comunicación como fenómeno de “significación”.
Sería muy raro o imposible que encontráramos en alguna ocasión una luz en semáforo que nos llevara a preguntarnos: “¿Qué significa esto?”. En cambio, sí es frecuente preguntarnos durante cualquier conversación: ¿Qué me quiso decir?”. Esto es así porque en la comunicación humana se ponen en juego códigos muy complejos y también varios códigos a la vez. Además del lenguaje verbal, intervienen el lenguaje de los gestos, los tonos de voz, la mirada, etc. Lo que una persona dice suele ser el resultado combinado de todo ello.
Además todos estos códigos no son completos ni estables ni totalmente claros. ¿Cómo nos comunicamos entonces? El receptor del mensaje tiene en cuenta todos estos elementos al mismo tiempo, y algunos más, y va construyendo –es decir, interpretando- una significación del mensaje que recibe. Los receptores realizan una interpretación de lo que los elementos del mensaje significan.
La cuestión puede tornarse todavía más complicada, porque para entender lo que efectivamente están comunicándonos, no sólo registramos todos esos detalles sino que también recurrimos a otros elementos. Por ejemplo: el conocimiento previo de la persona que nos habla, nuestra experiencia respecto de otras circunstancias en las que escuchamos decir cosas similares, nuestra apreciación del momento y las circunstancias en que se da el diálogo, etcétera.
Cuando pensamos los problemas relativos a la comunicación humana no podemos dejar de tener en cuenta la manera en que los signos atraviesan y constituyen todas y cada una de las dimensiones de la vida social.

Los signos
Definimos los mensajes como conjuntos de signos. En general, en los estudios de comunicación se trabaja con dos definiciones, aunque fueron muchos los que abordaron este tema.
Una de las definiciones de signo más conocidas es la de Ferdinand de Saussure que aparece en el texto Curso de Lingüística General (1916). Saussure se centró específicamente en los signos lingüísticos (los que forman el lenguaje verbal). Así definió la Lingüística como la ciencia que estudia estos signos verbales y la incluyó dentro de una ciencia más general, que se ocupa de la totalidad de los signos en la vida social, la Semiología, que dejó definida pero sin trabajar sobre ella. Saussure pensaba que era el estudio de la lengua el que constituiría el modelo para investigar otros signos.

Segunda Clase

La Imprenta y la Modernidad

La creación de la imprenta puede ser ubicada en el siglo XV entre 1445 y 1470, aunque normalmente hacemos referencia al 1500 aproximadamente. A partir de este invento es que se comienza a hablar de los medios de comunicación porque esta tecnología permitió la aparición de los periódicos.
Los diarios comienzan a tener una fuerte existencia en el siglo XVIII (entre los años 1700 y 1800) en las grandes ciudades de Europa. Por aquellos años comienza a haber un gran número real de personas que saben leer y escribir.
En 1800 surgen las primeras ciudades importantes y los campesinos empiezan a emigrar a las urbes. Así comienza a gestarse el modelo capitalista y a formarse la burguesía.
Con la imprenta entra en crisis el sistema feudal o, como algunos autores lo denominan, crisis de la cristiandad. Y así comienzan a aparecer las revoluciones burguesas por las que la burguesía toma el poder del Estado y aparece como clase dominante.
El sistema capitalista empieza a dar sus primeros pasos con el desarrollo de las burguesías comerciales en Europa, Italia, Francia e Inglaterra por el 1500, aunque va haciéndolo solamente en el plano económico y social. En lo político, sólo se produce cuando la burguesía accede al poder.
Hasta el 1900 los diarios fueron ideológicos (presentaba ideas, opiniones, puntos de vista y no eran informativos como los conocemos hoy). La prensa amarrilla surge en el siglo XX y es la que le va a dar a los periódicos esta nueva orientación.

Desde el punto de vista histórico, la modernidad es aquella etapa de la historia “universal” europea que va desde el 1500 hasta 1950 y que connota el valor de espíritu de una época: ser moderno es contrario a ser conservador. Los valores que se construyeron en la Edad Moderna fueron divulgados por la imprenta. Entre ellos cabe destacar:
· Nuevo concepto de naturaleza: la visión de la naturaleza estaba influenciada en principio por el pensamiento cristiano de la creación; es decir, la naturaleza estaba regida por el orden divino. Con la modernidad, la naturaleza empieza a ser observada científicamente: se necesita conocerla para dominarla. Se desarrollan las ciencias físico-matemáticas.
· Nuevo concepto del hombre: el hombre deja de ser un ser desagradable que espera la entrada al cielo. El tema del castigo comienza a ser reemplazado por el concepto de que el hombre puede (tiene la capacidad) de cambiar al mundo. Esto es acompañado por la teoría evolutiva de Darwin. El hombre moderno es conquistador, soberano y racional.
· Nuevo concepto de la sociedad: aparece la justificación de una organización política con la idea del “contrato social” o pacto.
· Nuevo concepto de divinidad: la idea de Dios no desaparece en la modernidad. El hombre y el mundo han sido creados por una fuerza exterior, la cual no es la causante de los procesos posteriores.
· Nuevo concepto del tiempo: antes las fiestas eran las que renovaban el sentido de la vida cotidiana y proporcionaban tiempos para descargar tensiones. Con la modernidad, la fiesta se transforma en algo que ya no es para ser vivido sino mirado. La producción, junto al reloj, es lo que va a determinar el tiempo. El tiempo de la producción desvaloriza socialmente al tiempo de los sujetos e instituye un tiempo único y homogéneo.
· Nuevo concepto de conocimiento: se descarta la fe como fuente de conocimiento y se utiliza la razón práctica. El hombre moderno es un ser crítico.
· Transformación de los modelos de saber: la bruja y los religiosos (fuentes de saber de la Edad Media) entran en conflicto con la nueva imagen del mundo que diseña la razón. Las mujeres eran las encargadas de transmitir el saber a las nuevas generaciones, pero con la modernidad surge la escuela para poder introducir a los “pequeños ciudadanos” al sistema productivo. La quema de las brujas fue la forma simbólica y real en la que se trató de destruir los antiguos modelos de saber. Así es que el aprendizaje empieza con la sustitución de la influencia de los padres en la transmisión de supersticiones. Antes, se aprendía por imitación e iniciaciones rituales, la pedagogía moderna neutralizará ese tipo de aprendizaje al intelectualizarlo.


La Modernidad en América Latina

Mientras Europa accedió a la modernidad con la palabra escrita y su correlato con la educación universal y obligatoria, América latina comenzó a incorporarse a ella conjugando imágenes electrónicas con analfabetismo. La Modernidad europea nació de la crítica a la religión, al poder absoluto y a la cultura. La tecnología de la escritura rompió el círculo de transición oral y dio lugar al argumento escrito, el cálculo y la crítica al sermón. La escritura como medio de comunicación creó una forma específica de modernidad a la que pertenecen la crítica, la racionalización, las ideologías y la educación escolarizada.
En América Latina, la escritura no fue vehículo de la crítica sino de la razón del Estado, y se materializó en leyes, decretos y reglamentos. No hubo ni Ilustración, ni reforma religiosa, ni revolución industrial. La educación no llegó a ser, hasta mediados del siglo XX, la base de las culturas nacionales. Para 1950, la Modernidad se presenta en América Latina como un fenómeno tardío que combina:
· Escolarización básica extendida, pero de pobre calidad.
· Escolarización media extendida, pero en la clase media principalmente.
· Masificación abrupta de la enseñanza terciaria en función de la distribución de certificados educativos.
· Acceso masivo a la televisión, especialmente después de 1970.

La Modernidad latinoamericana fue propulsada, en parte, por la expansión del mercado internacional. Somos receptores de la Modernidad, no “hacedores”. Llega a la masa a través de la televisión y, en vez de fundar un espacio público de ciudadanos –como lo hizo la escritura en Europa-, organiza un espacio privado de los consumidores televidentes y establece una preferencia de cultura audiovisual. No da lugar a la crítica sino a la identificación.

Primera Clase

PRIMER MODELO DE SCHRAMM


EMISOR --- MENSAJE --- RECEPTOR


Autor: Wilbur Schramm


El mensaje está en determinada etapa del proceso, separado del emisor y del receptor. Y el mensaje consiste en una señal o conjunto de señales organizadas y emitidas que el receptor interpretará. La interpretación para el receptor puede tener un significado más o menos similar o más o menos diferente que para el emisor.


Este primer modelo de Schramm es quizá el más sencillo, o el primero que define el proceso de la comunicación, el emisor en este caso transmite el mensaje al receptor, así define Schramm la comunicación en este modelo, que al parecer es la referencia para los siguientes que él mismo elabora; Schramm habla de la interpretación, aunque no lo representa en el gráfico, pero si menciona que puede o no ser similar tanto para emisor o receptor. Es la definición del concepto de comunicación expresada de la manera más simple.


SEGUNDO MODELO DE SCHRAMM

SEGUNDO MODELO DE SCHRAMM


Autor: Wilbur Schramm

La fuente emite un mensaje cifrado o elaborado por un comunicador, este mensaje se dirige y envía a un perceptor o descifrador, quien representa el destino del mensaje o de la señal emitida. Este modelo se refiere a la comunicación humana interpersonal; en él se aprecian las funciones específicas de cada uno de los elementos: la fuente como comunicador-cifrador, el mensaje-señal y el destino como perceptor-descifrador.

Podemos ver a través de esta explicación, cuáles son los pasos que se siguen para alcanzar la forma más simple de comunicación entre dos individuos. Primero, el comunicador cifra el mensaje o la señal, y lo envía al destino que descifra el mensaje, es más que nada la explicación del proceso, detalla los mismo elementos que el anterior, solo podría decirse que incluye la elaboración el interpretación de dicho mensaje.

Programa de Contenidos 2009


Espacio curricular: Cultura y Comunicación
Docente a cargo: María Inés Ortelli


Fundamentación:

La imprecisión del campo específico de conocimiento sobre la cultura y la comunicación dificulta establecer objetos de estudio acotados o teorías únicas. En el desafío por redimensionar y jerarquizar este espacio curricular del nivel Polimodal se deben tener presentes los fines de la educación: la formación del ciudadano crítico y transformador de la realidad, y la preparación para los niveles superiores de educación y la inserción laboral, con el objeto de alcanzar las capacidades y competencias necesarias para el mundo actual. Es por ello que esta área tiene por función abordar un enfoque multidisciplinario respecto a la comunicación, la cultura y la identidad cultural. Debido a los grandes avances tecnológicos y de las telecomunicaciones hoy asistimos a un mundo globalizado y es a través de esta disciplina donde se trata de apuntar a la construcción de capacidades para la comprensión e interpretación de culturas.


Objetivos generales:

  1. Conceptuar adecuadamente a la cultura y a la comunicación. Adquirir nociones de identidad cultural.
  2. Lograr una participación consciente, crítica y transformadora en la realidad reflexionando en torno a los procesos comunicacionales y prácticas culturales de la vida cotidiana.
  3. Crear una “conciencia cultural” que haga posible revalidar las propias concepciones de la cultura.
  4. Adquirir nociones de comunicación y de medios masivos.
  5. Analizar las características de la comunicación en la vida social y cultural, estudiando los elementos formativos y las determinantes que producen las culturas diferenciadas.
  6. Reconocer la importancia de los medios de la comunicación como formadores de opinión y como ámbito de las transformaciones culturales.
  7. Intervenir productivamente sobre la realidad repensando cómo hacer arte, cultura y comunicación participando en la gestión de la diversidad etnocultural.
  8. Valorar la riqueza del pensamiento humano superando los prejuicios, la automarginación y respetando las normas de comportamiento como “reglas culturales de comunicación”.
  9. Los objetivos anteriormente mencionados podrán ser cumplidos si se logra: a) producir y expresar resultados en forma satisfactoria; b) resolver situaciones problemáticas con pensamiento crítico; c) establecer relaciones temáticas complejas; y d) valorar el esfuerzo individual.
  10. Desarrollar las siguientes competencias y habilidades: a) buscar, seleccionar e interpretar adecuadamente la información; b) elaborar conceptualizaciones y síntesis adecuadas; y c) elaborar productos comunicativos.Buscar, seleccionar e interpretar adecuadamente la información.

Dinámica de trabajo
En su mayoría, las clases se dividirán en tres partes: a) presentación del tema, b) análisis, críticas y conclusiones grupales, y c) producción de un texto o síntesis con las conclusiones individuales con el objetivo de desarrollar opiniones críticas en la selección de contenidos. Las agrupaciones buscan generar debates, posibilidades de trabajos de campo, y coordinación en la confección de trabajos escritos u orales que se asignen.

Criterios de evaluación
Se entiende a la evaluación como un proceso espiralado, y retroalimentario. El "qué" evaluar implica cómo cada alumno incorpora los contenidos, destacando las diferencias desde el inicio de clases hasta el final, lo que implica predisposiciones actitudinales a aprender y actitudes favorables. Para ello el docente dispondrá de mecanismos como registros diarios, trabajos individuales, evaluaciones escritas y exposiciones orales. La evaluación permanente es un diagnóstico procesual, pero también final.

Contenidos

Unidad I - La comunicación
Definiciones – La Modernidad y el surgimiento de las primeras tecnologías de la comunicación – La Modernidad Latinoamericana – Modernidad vs. Posmodernidad

Unidad II - La comunicación humana
Características. Bases semióticas de la comunicación: lenguajes verbales y no verbales. Lenguaje y significación: tipos de signos. La denotación y la connotación. Comunicación interpersonal, masiva e institucional.

Unidad III - Estudios y teorías sobre la comunicación y los medios masivos
Modelos de comunicación. Teorías de la comunicación. La comunicación como proceso. Comunicación, información y opinión. La competencia comunicativa.

Unidad IV - Los medios masivos de comunicación
Medios gráficos, la televisión, la radio e Internet. Características de los medios y de las prácticas comunicativas vinculadas con ellos. Cultura mediática: géneros y estilos.

Unidad V - La opinión pública
Construcción de la audiencia. La opinión pública. Verosimilitud, verdad y realidad. La construcción de la realidad social.ón francesa - La prensa facciosa en el Río de la Plata - La prensa blanca en Argentina, la política en radio y televisión – La prensa amarilla y el sensacionalismo – Las agencias de noticias

Unidad VI - La cultura y la comunicación
Definición de cultura. Relación con la comunicación: construcción de objetos y formaciones culturales. Enfoques y conceptos de cultura. Enfoques y conceptos de cultura. Cultura y mediatización de la cultura. Cultura y entorno. El objeto cultural como signo de identidad. Cultura y “visión del mundo”: ethos, cosmovisión e ideología.

Unidad VII - Cultura y sociedad
Cultura y clase social, cultura y etnia, cultura y género, cultura y edad. Cultura adolescente. Cultura popular y cultura masiva. Cultura urbana; cosmopolitalismo. Cultura oral, cultura escrita, cultura audiovisual y cibercultura. Monoculturalismo y diversidad. Autodefinición, inclusión, y exclusión. Estigmatización. Estereotipos culturales. Etnocentrismo y multiculturalismo. El relativismo cultural.

Unidad VIII - Cultura y cotidianeidad
Componentes culturales de la vida cotidiana. Mito, narración, imágenes y metáforas. Impactos de la tecnología en la vida cotidiana.

Unidad IX - Identidad y globalización
La comunicación intersubjetiva: identidad y alteridad. El diálogo intercultural y la relación entre culturas; aculturación, sincretismo o hibridación cultural. La globalización y el rol de las artes y las industrias culturales. Globalización y regionalización: alianzas y territorialidad; migraciones, viajes y fronteras. Tensión entre lo global, lo internacional, lo trasnacioal, lo nacional, lo local o regional.

Unidad X - Cultura, poder y Estado
Hegemonía cultural. Las políticas culturales: el marco normativo y las formas de regulación; los valores. Las legislaciones. La tradición y el patrimonio cultural. Mercado, Instituciones y Estado. La ciudadanía y la integración. Las minorías: movimientos feminista y gay, nacionalismos, reivindicaciones de las minorías étnicas, de las comunidades de inmigrantes y de las poblaciones indígenas.

Estrategias Metodológicas - Actividades
Para la correcta interpretación de los contenidos conceptuales y procesamiento de los mismos, las estrategias metodológicas consistirán en la selección y análisis de información; aplicación de vocabulario específico; exposición de trabajos grupales; elaboración de fichas y cuadros sinópticos que abarquen los contenidos analizados; lectura interpretativa; y la producción de ensayos, notas y textos donde reflejen sus opiniones.

Materiales Curriculares
Para facilitar y dinamizar el proceso didáctico-educativo se emplearán textos de estudios como ser publicaciones en general, artículos periodísticos, revistas, audios y videos. Bibliografía básica obligatoria:
Rasnosky, Juan y ot., Comunicación, sociedad y medios, Ediciones Santillana S.A., Buenos Aires, 2000, páginas 10 a 65 y 112 a 123
Eggers-Brass Teresa y ot., Cultura y Comunicación, Editorial Maipue, Buenos Aires, 2004, páginas 11 a 65 y 213 a 224

Interdisciplinas
La materia, por su amplitud de contenidos, se caracteriza por su relación y entrecruzamiento con otras disciplinarias de manera tal que la integración o transversalidad con asignaturas como Historia, Geografía, Política y Economía son valiosas para ampliar el conocimiento dado por la presente asignatura. La comunicación en sí misma se liga de forma directa con la Literatura, la Lingüística y la Semiología.